Escrito por Lorena Naves, Terapeuta Corporal.
Cada encuentro en el Espacio Corporal de los Diplomados lo dedicamos a un tema. Ponemos el foco en el cuerpo desde un aspecto, una parte, una estructura física, órgano, espacio, etc. que nos permita poner luego luz, a las relaciones, reciprocidades, antagonismos, complementariedades, engranajes, que integran nuestra CORPORALIDAD.
Este fin de semana en el diplomado de Gestación, parto y nacimiento humanizado, pusimos atención y escucha a la PELVIS y su presencia, conciencia ósea, percepción de movilidad, espacios internos, diámetros, asimetrías, aperturas. También a las diferencias entre la pelvis femenina y masculina.
Tocando-se, mirando, percibiendo, respirando, visualizando este anillo óseo articulado, flexible, se facilita el reconocer sus dimensiones al tacto y en las sensaciones e imágenes personales.
Reflexionamos conceptos como “estrechos” de la pelvis hacia “espacios”, desde el lenguaje y la propiocepción. Cavidad compuesta por dos huesos ilíacos, hueso sacro y coxis, articulados entre sí y articulada al resto del esqueleto. Reconociendo sus relaciones con otras estructuras óseas, articulares, musculares, con órganos, observamos sus facultades de locomoción, protección e integración, virtudes que comparte con todo el esqueleto.
Pelvis puente y articuladora. Sentir ese soporte esqueletal nos estructura.
Exploramos posturas, ¿cómo se mueve una mujer que está de parto?, ¿Por qué se mueve así?, nuestra pelvis nos va mostrando y así podemos “acuerpar “el conocimiento respecto a
necesidades de movimiento de las mujeres durante sus gestaciones y partos, y posibilidades de acompañarlo y encauzarlo frente a una incomodidad, molestia o distocia de posición.
Cerramos la experiencia modelando la propia pelvis con ojos cerrados. Los resultados son emocionantes y el grupo así lo manifiesta. Sorpresa, alegría, extrañeza. Al abrir sus ojos y observar el resultado, aparece el asombro de verse reflejados/as en sus diversas y coloridas pelvis.
Elaboramos como Cuerpo grupal la pregunta: ¿Después de esta mañana de exploración, ¿qué dice tu pelvis? Y la pelvis habló del agrado de moverse, de agradecer el contacto y apertura, de ser sostén, de crecer o ser más grande de lo pensado e imaginado, un gran soporte para contener vida, una gran flexibilidad, movilidad y capacidad para parir, estar disponible y deseosa de sentir y ser sentida.
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