La práctica clínica de partos es un evento crucial en la formación profesional de las matronas/es. Acompañar a una mujer durante el parto es una experiencia que deja una huella indeleble en nuestra vida profesional y personal. Las emociones que surgen en esos momentos están estrechamente relacionadas con el ambiente clínico y las características individuales del equipo de salud. Lamentablemente, la empatía y la paciencia, habilidades esenciales para acompañar un nacimiento, parecen estar disminuyendo.
¿Por qué estamos perdiendo estas cualidades fundamentales?
Las respuestas son diversas, pero desde la formación, es imperativo destacar la importancia de la EDUCACIÓN EMOCIONAL en todo proyecto educativo. Esta educación emocional debe ser continua y permanente, fortaleciendo tanto el desarrollo cognitivo como el emocional. De esta manera, se prepara a las y los futuros profesionales con las herramientas emocionales necesarias para enfrentar diversos escenarios a lo largo de su vida.
Es hora de reconocer que la empatía y la paciencia son tan vitales como el conocimiento técnico en el cuidado de las mujeres durante el parto. ¡Trabajemos juntos para cultivar estas habilidades y garantizar un acompañamiento más humano y compasivo en el milagro del nacimiento!
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