En la formación profesional de las personas que trabajamos en salud, se nos enseña la medicina basada en la evidencia, desde donde se desprenden muchas de las guías, recomendaciones y protocolos en salud.
Sin embargo, en la obstetricia, en especial en el parto y nacimiento, pareciera ser que esto no es tan cierto y muchas veces nuestro quehacer esta basado en la costumbre y no la evidencia; y no es que la costumbre sea mala, muchas de ellas con los años se comprueba que tienen una base científica y benefician a las mujeres y niños/as que nacen, pero hay otras que sin duda son perjudiciales.
Pues bien, a pesar de que otras áreas de la salud, cuando aparece una nueva forma, una nueva tecnología, una base científica que explica que se podría mejorar la salud, estas se implementan, todos se capacitan, cambian los protocolos, etc. Pero en el parto y nacimiento, eso no ha sucedido y aquí les dejamos unos ejemplos:
La evidencia señala hace casi 40 años, desde las Recomendaciones de la OMS en el año 1985, ratificadas en los Cuidados del Parto Normal en 1996 y las actuales Recomendaciones OMS 2018:
No realizar rasurado ni enema, aún hay lugares que siguen realizándolos de rutina al ingreso.
Favorecer el movimiento en el trabajo de parto, aún hay mujeres sanas en trabajo de parto conectadas al monitor o suero sin posibilidad de moverse.
Consumir alimentos y/o líquidos en el trabajo de parto, aún hay mujeres que siguen sin poder comer o incluso sin poder tomar agua durante todo el trabajo de parto.
No romper membranas de rutina en el trabajo de parto, aún se rompen membranas de manera rutinaria para acelerar el parto
Favorecer el parto en posiciones verticales, aún en la mayoría de los hospitales y clínicas los partos son en posiciones no verticales.
Y así podríamos seguir con muchas otras…
Entonces, las preguntas son:
¿Por qué en el parto y nacimiento no aplicamos la medicina basada en la evidencia?
¿Qué hace que estas prácticas sean tan difíciles de cambiar?
¿Por qué no se actualizan los protocolos locales de hospitales y clínicas?
Esperamos que cada una/o desde su lugar, reflexione en torno a esto y se haga participé del cambio de paradigma en la atención del parto y nacimiento.
Kommentarer